Enfermedades mentales en el Perú: una epidemia invisible

En nuestro país no se le suele dar la importancia debida a este aspecto. Tampoco hay información adecuada ni las herramientas necesarias para combatirla.

La salud mental es fundamental para vivir de forma plena, sin embargo, no es un aspecto que recibe la atención adecuada en el Perú. Según cifras del Ministerio de Salud (Minsa) en 2019, más de 6 millones de personas requieren atención médica por enfermedades mentales. Cerca del 20% de los habitantes padecería trastornos como depresión, ansiedad, estrés u otros más complejos. Ese mismo año solo se trataron alrededor de 1 millón. 

«La salud mental está olvidada en este país y las redes de soporte son necesarias. No solo hay que darle poder a la salud mental, sino normalizar el pedir apoyo», explica la psicóloga Vanessa Zambrano. «Los grandes dolores de la humanidad están en lo que nadie trabaja: en cómo gestionar tu rabia, tristeza, frustración y una larga lista de emociones que modifican nuestra conducta».

La especialista asegura que es un deber de todos los gobiernos incentivar el cuidado mental, y no solo físico. «La fuerza física debe estar alineada a nuestras emociones porque esa fuerza física la puedes usar para construir o para destruir. Nadie da lo que no tiene, uno no puede solucionar lo que no ve o hablar de lo que no conoce. La salud mental es necesaria para construir sociedades sanas». 

Desafíos claves

Uno de los grandes problemas es la brecha de médicos especialistas para prestar una atención oportuna. En el Perú debería haber alrededor de 300 mil psicólogos, pero solo se cuenta con cerca de 100 mil, reveló el decano nacional del Colegio de Psicólogos del Perú, Miguel Vallejos, al diario La República. De ellos, el 50% se encuentra en Lima y el 70% labora para el sector privado. Según el decano, recién dentro de cinco años se llegaría a 150 mil. La situación es similar con los psiquiatras. De los casi 1300 que hay en el país, solo 593 trabajan en el Minsa. Y el 80% está concentrado en la capital.

Por otro lado, solo un poco más del 1% del presupuesto en salud que da el Estado está destinado a la salud mental. “Debería ser al menos un 30%”, dice Rosa María Ocaña, médico psiquiatra del centro de salud mental Kuyanakusun, quien agrega que es necesario mejorar el incentivo económico para que los especialistas trabajen en el Estado y se pueda atender la alta demanda, incluso en provincia. 

“Allí no saben lo que es un psicólogo y hay casos muy complejos. En general, las personas que no pueden pagar una terapia son las personas que más padecen de trastornos mentales. En este país, si no tienes dinero no puedes llevar un buen plan psicoterapéutico. Las citas en un centro de salud mental son cada 45 días o 30 días cuando deben ser al menos semanales. Eso se traduce en un tratamiento muy deficiente», explica Ocaña.

En este escenario, urge que las autoridades que velan por la salud pública en el país comprendan la necesidad de sumar esfuerzos para atender a un gran porcentaje de la población que requiere de diversos tratamientos que les permitan sobrellevar sus condiciones de la manera más eficaz, logrando llevar vidas funcionales y mejorando su calidad de vida.

Conoce más sobre el mercado de medicamentos y diversos temas de salud pública en el Perú en www.anacab.pe

Deja una respuesta