2024: ¿Cómo va la desnutrición crónica infantil en el Perú?

Según la última Encuesta Demográfica  y de Salud Familiar (2024), la desnutrición crónica viene aumentando significativamente a nivel nacional, siendo los menores de 5 años los más afectados. ¿Qué medidas debe aplicar el gobierno para combatir esta preocupante condición? Esto es lo que indican los especialistas.

La desnutrición crónica infantil en Perú es un problema de salud pública que ha persistido por décadas, siendo los niños de las familias más vulnerables, especialmente aquellas que habitan en zonas rurales, los más afectados. “Esto es grave porque el 80% del cerebro se forma hasta los 3 años. Si el niño tiene desnutrición crónica hasta esa edad, no va haber una conexión neuronal adecuada, no va a tener un buen desempeño cognitivo y el niño va a tener un compromiso en todo su desarrollo”, explicó la nutricionista Jessica Huamán, vocera de la Plataforma de Seguridad Alimentaria en diálogo con La República.

En efecto, de acuerdo a la evidencia científica, la alimentación de los primeros años de vida es fundamental y tienen un impacto profundo en la salud. “Un niño malnutrido nunca tendrá el mismo futuro que uno bien nutrido. Aunque ambos reciban luego la misma educación, su capacidad de aprendizaje, crecimiento físico y desarrollo cognitivo no será la misma”, remarcó Janice Seinfeld, presidenta del directorio de Videnza Consultores, en una columna para el diario El Comercio.

Crisis que se extiende

Pese a las graves consecuencias, resulta preocupante ver las últimas estadísticas sobre esta condición. Precisamente, la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Endes) 2024 – I elaborada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), evidencia que la desnutrición crónica en niños menores de 5 años ha incrementado pasando de 11,5% en el 2023 a 12,2% solo para el primer trimestre del año en curso. Si analizamos estos resultados en desagregado, las cifras  actuales no solo superan en 0,7 puntos porcentuales, sino que se trata de una situación que no se había registrado desde el año 2019, lo cual confirma lo urgente que es abordar esta problemática con estrategias efectivas.

Para Carolina Trivelli, exministra de Desarrollo e Inclusión Social, esta era una situación esperable dado el actual contexto económico, el incremento de la pobreza y los más de dos años de alta inflación en los precios alimentarios. “Las familias han tenido que achicar las porciones, saltarse algunas comidas o reducir la composición nutricional de las raciones. Muchas han tenido que sacrificar el consumo de proteína animal, que es clave para mantener a los niños bien nutridos”, indicó para La República. Justamente, Víctor Fuentes, gerente de Políticas Públicas del Instituto Peruano de Economía declaró para ANACAB que solo “durante el primer semestre del 2023, 6,3% de la población o 2.1 millones de peruanos y peruanas redujo su consumo de alimentos porque ha enfrentado una reducción de sus ingresos. Esta cifra es la más alta en al menos 16 años. En los niveles socioeconómicos más bajos C, D y E, el consumo per cápita de carne ha caído 14% en los últimos 5 años”, remarcó.

Soluciones necesarias

Para Seinfeld, combatir la desnutrición implica un trabajo articulado entre distintos actores. “Claves son el sector Salud, porque los controles del bebe permiten identificar que su talla va de la mano con su edad y que está recibiendo sus vacunas completas y a tiempo; Vivienda, Construcción y Saneamiento, porque el acceso a agua potable permite prevenir enfermedades diarreicas agudas; y Desarrollo e Inclusión Social, que con el Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma ofrece alimentación a los estudiantes de colegios públicos de todo el país”, manifestó.

Finalmente, en palabras de Trivelli no se puede seguir minimizando un problema tan preocupante como lo es la crisis alimentaria que requiere de medidas inmediatas para frenar su avance.

Si quieres saber más noticias este y otros temas de salud, síguenos en nuestras redes sociales.