FEN: ¿Qué podría esperarle a la costa norte del país?

Según las proyecciones de la Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), se espera que tanto El Fenómeno de El Niño Costero como El Niño Global, coincidan para el verano del 2024 en nuestro país.

Ambos eventos climáticos consisten en el calentamiento anómalo de la temperatura superficial del mar (TSM). Sin embargo, es importante reconocer que mientras El Niño Costero se refiere al aumento de la TSM del Océano Pacífico, principalmente en la zona adyacente a la costa norte del Perú y Ecuador; el Niño Global se sitúa en el incremento de la TSM en el Pacífico central.

En ese sentido, y a pesar de que ambos eventos climatológicos pueden generar consecuencias similares (deslizamientos, inundaciones o huaicos); es la magnitud y la duración de estos fenómenos lo que los diferenciaría.

El Niño Costero en Perú

Yury Escajadillo, especialista en predicción climática del Senamhi, habla sobre nuestro panorama actual y lo que podríamos esperar hacia fines de año. “Ahora, en el norte del país, estamos en pleno proceso de El Niño Costero, más que del de impacto global”, sostiene.

Habrá que estar muy atentos a cómo evolucionará la emergencia durante el periodo de diciembre a marzo, pues es en ese periodo se acumularán más del 50% de las lluvias que ocurren durante todo el año. “Tener condiciones cálidas del mar por El Niño Costero ya es hablar del potencial de lluvias en la zona norte del país”, enfatiza Escajadillo.

Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad serían algunas de las regiones más golpeadas. “Incluso podrían verse afectadas las zonas de la costa central y las cuencas medias de Lima”, complementa el representante de Senamhi.

Por su parte, en su más reciente Informe Técnico (octubre 2023), el Enfen también estimó que las magnitudes más probables de El Niño Costero para inicios del 2024 serán de moderada (55%) y fuerte (33%).

Posibles consecuencias

Las inundaciones son uno de los principales problemas que aquejarían a la población. De hecho, según datos oficiales del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (CENEPRED), La Libertad (1’295,736 personas), Lambayeque  (1’031,527 personas) y Piura (745,748 personas) tendrían la mayor población expuesta a riesgo alto por este tipo de desastre natural.

“Se estima que el mayor impacto se dará en la afectación de la infraestructura de viviendas vulnerables”, comparte Leda Sosa, especialista de la Dirección de Políticas, Planes y Evaluación del Indeci. Sosa refiere que, además, otros sectores que se verían profundamente afectados serían el de la pesca artesanal, debido a una menor presencia de la anchoveta, así como también la agricultura, la cual traería consigo el incremento de precios en la canasta básica familiar.

 Asimismo, se tiene contemplado que, debido a las lluvias extremas en la costa norte, se generarían las condiciones ideales para la propagación de distintas enfermedades transmitidas por vectores del dengue, zika y chikunguña.   

¿Nos estamos preparando para el FEN?

Sobre las medidas preventivas por parte del Gobierno, la representante de Indeci sostiene que se están ejecutando obras de mitigación de riesgo ante probable FEN como descolmatación y encauzamiento de ríos. Además, “se ha asignado a los gobiernos regionales y locales el presupuesto para ejecutar estos trabajos en diferentes puntos críticos”, comparte.

Escajadillo exhorta a la población a mantenerse informada de fuentes oficiales durante este o cualquier tipo de desastre natural y trabajar en conjunto con las autoridades locales. “En Piura y Tumbes, por ejemplo, Senamhi tiene direcciones zonales. Además, las autoridades locales tienen sus propias plataformas de Defensa Civil. A través de ellos se deben coordinan las medidas de emergencia ante posibles lluvias”.

Las pérdidas humanas o materiales tristemente son más probables entre quienes viven expuestos a zonas de alto peligro, como los cauces de río. Por eso, anota Sosa, es necesario resguardar las viviendas, evitar las filtraciones de agua y asegurar las instalaciones eléctricas. “Si están en zonas de inundación se deben tener sus sacos terreros y sobretodo conocer sus rutas de evacuación y el lugar en que las autoridades van a instalar sus albergues”, finaliza.

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