“Se necesita cannabis medicinal en más farmacias del Perú”

Solo la tercera parte de los pacientes registrados en Digemid compran cannabis en establecimientos autorizados. El resto acudiría al mercado ilegal.

Desde 2017 se autorizó el uso del cannabis medicinal y terapéutico en el Perú, pero aún hay barreras de acceso para que más peruanos tengan una alternativa natural que les ayude a mejorar su calidad de vida. César Amaro, químico farmacéutico y exdirector general de Digemid, señaló que solo el 30% de los pacientes registrados consumen dentro de los marcos de la formalidad.

«La demanda formal es de 30 mil personas, las cuales están registradas en Digemid, pero son apenas 9 mil personas las que realmente llegan a usarlo de manera regular, obteniéndolo en un lugar autorizado. Tenemos miles de personas que estarían acudiendo al mercado informal», explicó en entrevista con RPP. «Esto es peligroso porque en la manipulación grosera de un medicamento se puede usar elementos nocivos para la salud». 

Peter Gámez, médico de Cannavital, agregó en Radio Oxigeno que esta falta de acceso se debe a que los requisitos establecidos por Digemid son muy altos para los establecimientos que quieren comercializar cannabis, lo que ocasiona que casi la totalidad de las farmacias con autorización estén en Lima. «Se deben mantener los criterios de calidad, pero lo que queremos es flexibilizar los métodos de licencia para que haya cannabis en más farmacias del país. Por ejemplo, si se quisiera recetar en Loreto para un paciente con epilepsia no tendría dónde conseguirlo. Aún estamos cortos para lo que pensamos alcanzar como país».  

Ambos médicos explican que el cannabis es una sustancia con un enorme potencial medicinal. Por ejemplo, para el dolor refractario que no ha podido ser resuelto, pacientes oncológicos con dolores intensos, náuseas y vómitos, así como para otras enfermedades como epilepsia, párkinson, autismo, esclerosis múltiple, depresión o ansiedad. 

«Debemos tomar modelos exitosos. En Uruguay se ha desarrollado una autoridad especializada en esta materia con académicos y científicos, pero sobre todo con el Estado comprometido. Se ha logrado un uso responsable y un acceso apropiado. En nuestro país la autoridad es la Digemid y tiene un reto importante. Su equipo de evaluación conoce el tema, pero debe tener una discusión más horizontal con expertos que puedan participar», comentó Amaro.

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