Telemedicina: el futuro de la salud

La telemedicina ha llegado para salvar muchas vidas y prevenir males que ponen la salud de las personas en riesgo por falta de una atención oportuna y especializada.

La telemedicina opera sobre una idea sencilla: que un doctor pueda brindar servicios médicos sin necesidad de compartir el mismo espacio que un paciente.  Los beneficios son enormes, en especial en países como Perú, con déficit de recursos humanos en salud y con población rural alejada de grandes centros urbanos y sin médicos especializados a la mano. 

«La tecnología de las últimas tres décadas han permitido que hablar a través de un video con un doctor a distancia sea posible. Ahora tenemos la posibilidad de telemonitoreo, telediagnóstico, telecografía. La telemedicina tiene muchos dominios. En el Perú, la pandemia ha sido un disparador para que ocurran muchos cambios en este campo», dice Walter Sifuentes, CEO y fundador de Medical Innovation & Technology para el medio especializado atusalud.pe. 

La doctora Ángela Uyen, asesora en políticas de salud de Médicos Sin Fronteras, agrega que la telemedicina es una herramienta con beneficios indudables, pero con condiciones claves. Por ejemplo, el acceso a internet y las capacitaciones del personal de salud e incluso de los pacientes. «Debe haber un acceso a internet mucho más democrático y una mejor alfabetización digital. ¿Todos los pacientes tienen internet, un smartphone o saben cómo manejar la tecnología? ¿Pueden estar seguros que sus datos están protegidos? Son aspectos importantes en los que todavía queda bastante espacio por avanzar». 

Los principales servicios  

En la actualidad, la telemedicina en el Perú se utiliza sobre todo para teleconsultas o telemonitoreo de tratamientos. Un reto aún mayor supone la telecografía síncrona, en la que un doctor se conecta virtualmente desde cualquier lugar y monitorea en tiempo real la realización de una ecografía. Este procedimiento puede ser complicado en un lugar que no tiene buena conexión a internet. 

En respuesta a este problema, aparece la telecografía asincrónica, que beneficia sobre todo a los habitantes en zonas rurales del Perú. «Se capacitan enfermeras o enfermeros para que puedan hacer el examen a los pacientes y luego subir los resultados al sistema. Luego, el doctor asignado, en una oficina en otra parte del país, revisa los exámenes en otro horario y puede dar un diagnóstico adecuado. Eso elimina la necesidad de un buen ancho de banda o de coordinar un mismo horario entre doctor, enfermera y paciente», explica Sifuentes. 

Gracias a esta tecnología, ahora es posible realizar controles ecográficos en mujeres embarazadas para conocer las condiciones del feto o del embrión, lo que ha resultado en menos problemas durante el preparto, el parto y el posparto. También ha permitido realizar ecografías de tiroides y próstata, para poder diagnosticar, de forma temprana, patologías como cáncer y tumoraciones o problemas en la vesícula.

En conclusión, la telemedicina ha llegado para salvar muchas vidas y prevenir males que ponen la salud de las personas en riesgo por falta de una atención oportuna y especializada. ¿Cuál es el siguiente paso? «El Estado debe creer y ofrecer un marco favorable, porque la tecnología que desarrollen las empresas nos ayuda a todos a ahorrar dinero y, lo más importante, a cuidar nuestra salud», agrega Walter Sifuentes. 

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