Acceder a servicios de salud de calidad, SÍ ES POSIBLE

Separar los roles de financiador y prestador de servicios de salud, potenciar la articulación intersectorial y digitalizar los procesos, son las principales claves para mejorar el sistema
de salud en beneficio de todos los peruanos.

Cuando hablamos de salud en el país, la cifra de peruanos asegurados parece alentadora. De acuerdo con el Ministerio de Salud (Minsa), el 98.9% de peruanos posee cobertura de salud, ya sea a través del SIS o de EsSalud. Entonces, ¿Dónde está el problema? Según el estudio “Situación actual del mercado de salud peruano”, realizado por Videnza Consultores (2022) existen cuatro ámbitos en los que tenemos que resolver los problemas:

Problema 1: Rectoría


Autoridad débil y concentrada en labores operativas, lo que limita la regulación, supervisión, monitoreo y evaluación a cargo del ente rector. Información estratégica inadecuada e incompleta para la toma de decisiones.

Problema 2: Prestación


Retraso e inadecuada implementación de las Redes Integradas de Salud, afectando el acceso a los servicios de salud de las personas, sobre todo en situación de pobreza y vulnerabilidad. Débil capacidad resolutiva en los establecimientos de salud públicos.

Problema 3: Financiamiento


Múltiples fondos o formas de financiamiento con reglas de asignación y de rendición de cuentas heterogéneas. Desconexión entre el incremento de la cobertura poblacional (aseguramiento) y la asignación de más recursos financieros.

Problema 4: Abastecimiento


No se emplea el indicador Nivel de Servicio para asegurar al ciudadano el acceso a tecnologías sanitarias necesarias. Ausencia de trazabilidad de los recursos a lo largo del proceso. Escasos operadores logísticos que brinden soporte a los prestadores del sector público.

Frente a este panorama, ¿cómo avanzar hacia un mejor sistema de salud?


Gestión versus gasto


¿Cuál debe ser el objetivo de los cambios? Según el economista Rafael Cortez, investigador y líder de programas internacionales de salud y protección social, refiere que entre los diferentes criterios que se deben tener en cuenta para evaluar el desempeño de un sistema de salud eficiente, destacan cuatro puntos claves:


● Cobertura
● Calidad
● Protección financiera
● Resultados sanitarios.


En pocas palabras, es importante llegar a la mayor cantidad posible de personas y
entregarles servicios de salud de calidad, minimizando el gasto extra para los usuarios. Y
todo eso, en conjunto, debe resultar en una población mejor atendida y más saludable.
En cuanto a la protección financiera, Walter Curioso, médico cirujano, experto en salud
pública y vicerrector de investigación de la Universidad Continental, refiere que el llamado
“gasto de bolsillo” representa uno de los dolores más grandes de cara al ciudadano
y, según un estudio de Ipsos, es un gasto que en pandemia fue cinco veces más alto
para la población con menos recursos.


“De acuerdo con datos del Banco Mundial del 2020, nuestro ‘gasto de bolsillo’ es de 29%,
lo cual es superior al estándar que recomienda la Organización Mundial de la Salud
(OMS), que es de 20%”, detalla Curioso.

Separación de roles


Cortez explica que los sistemas de salud más eficientes son los que tienen las mejores
respuestas a los cuatro indicadores que mencionó (cobertura, calidad, protección financiera y resultados sanitarios), aquellos que han construido la institucionalidad necesaria para generar una mayor eficiencia en la asignación de los recursos y han logrado lo que se denomina separación de roles y funciones: que los organismos del Estado separen su rol de financiadores del de prestadores de servicios.


En esa línea, “Hacia la modernización de la seguridad social en el Perú. Libro blanco para el diálogo”, documento elaborado en pro del fortalecimiento de Essalud, refiere que: “La OMS reconoce la compra estratégica como una función central del financiamiento para mejorar el desempeño de los sistemas de salud. Sin embargo, esta función se dificulta cuando es la misma organización la que realiza la compra y la provisión de los servicios. En este contexto, las mejoras en el acceso, eficiencia, calidad y transparencia en la prestación de servicios requieren separar las funciones de prestación y compra”.


El economista explica que “la idea de la separación es bastante sencilla. Si eres financiador vas a querer pagar menos y recibir más salud. Por otra parte, si eres prestador de servicios, para cumplir con esos pedidos, vas a reducir costos unitarios y ser más eficiente”.


En el país, el Decreto Supremo 010-2016–SA establece la adecuación administrativa y contable entre las IAFAS (Institución Administradora de Fondos de Aseguramiento en Salud) y las IPRESS (Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud). De acuerdo con Cortez, estas adecuaciones deberían ser aplicadas por Essalud y el SIS.


Otra forma de separación de roles son las Asociaciones Público Privadas (APP), en las que se concesiona la administración de establecimientos o servicios públicos a empresas particulares. Una experiencia de éxito son las concesiones de los hospitales de Essalud Alberto Barton del Callao y Guillermo Kaelin de Villa María del Triunfo, gestionados por IBT Group.


Medidas concretas para un sistema de salud de primer nivel


Los expertos consultados coinciden en cinco medidas clave para avanzar hacia un sistema de salud de estándar mundial:

  1. Digitalización de la historia clínica
    La gestión de la salud debe orientarse hacia un modelo basado en datos para proveer información completa, fiable y de calidad. Esto permitirá apoyarse en las mejores evidencias para tomar decisiones y gestionar mejor los servicios de las instituciones. Es importante impulsar la salud digital para darle agilidad al sistema, facilitando la digitalización de información sensible del usuario, empezando por la historia clínica, para que esté disponible en el momento oportuno y en todos los niveles de atención.
  2. Separación de roles
    El Estado debe separar sus roles de financiador y de prestador. En este escenario, conserva su papel de financiador, dejando en manos de privados especializados en gestión de servicios de salud la prestación. La separación de roles es fundamental para promover la eficiencia, la calidad, la transparencia y el acceso equitativo a la atención médica. Esta separación fomenta la competencia, garantiza la rendición de cuentas y permite una mayor adaptabilidad a los cambios en el sistema de salud.
  3. Promoción de las APP
    Las Asociaciones Público Privadas, como es el caso de IBT Group con la gestión de los hospitales de EsSalud del Callao y Villa María del Triunfo, son cruciales para garantizar una prestación y acceso a servicios de salud de clase mundial, con indicadores de éxito en satisfacción del usuario, expendio oportuno de medicamentos, entre otros. Estas asociaciones permiten una mayor eficiencia, innovación y acceso a servicios de calidad.
  4. Fiscalización por resultados
    Para garantizar que los indicadores de satisfacción del usuario se cumplen, el Estado, como parte financiadora, debe supervisar y regular las actividades del sector privado en prestación de servicios de salud, para garantizar la calidad de la atención médica, el acceso equitativo a los servicios de salud y el cumplimiento de estándares y normativas establecidas sea efectivo, asegurando así el bienestar y la seguridad de la población.
  5. Gobernanza e institucionalidad
    Fortalecer la rectoría y la gobernanza de un sistema de salud que integre a los principales
    actores en materia de salud, entre ellos los financiadores (SIS, Essalud y otros fondos),
    las entidades rectoras (MINSA, Susalud, Digemid, INS, etc) y los prestadores públicos y
    privados (hospitales, clínicas, servicios de diagnóstico y tratamiento), con estándares de
    gestión institucional para el desempeño eficiente y ético en el marco de la modernización de la gestión pública, para lograr una coordinación ágil y oportuna en beneficio de usuario.

«La economía peruana tuvo grandes reformas que la han hecho fuerte y resistente a distintas coyunturas internas y crisis internacionales. Pero no pasó lo mismo con otras instituciones que son responsables de entregar servicios a los ciudadanos, como el de Educación o el de Salud. Es urgente que el Estado lleve servicios de calidad a la población porque de eso depende que sigamos progresando», comentó Elizabeth Cavero, gerente general de ANACAB.

Según la representante gremial, con determinación y colaboración, estamos en condiciones de construir un sistema de salud sólido que garantice el bienestar y renueve la esperanza de una vida más saludable para todos los peruanos.

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