Se trata del primer tratamiento recomendado por la OMS en casos no graves de COVID-19. Sin embargo, sin coberturas sanitarias puede costar miles de dólares.
El uso combinado de los fármacos casirivimab e imdevimab, que utilizan anticuerpos monoclonales, ha demostrado indicios de reducir el riesgo de hospitalización en casos no graves de COVID-19 y la duración de los síntomas en las personas con mayor riesgo, como los pacientes no vacunados, de edad avanzada o inmunodeprimidos, dijo este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS), que a su vez pidió a la fabricantes que facilite su acceso, dado su alto coste.
Ambos fármacos son producidos por la empresa estadounidense Regeneron. El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, los utilizó el año pasado cuando contrajo COVID, sin embargo, sin coberturas sanitarias puede costar miles de dólares.
En su actualización, la OMS también recomienda el tratamiento para pacientes graves y críticos, pero solo si son seronegativos, lo que significa que no han montado su propia respuesta de anticuerpos.
El casirivimab y el imdevimab son anticuerpos monoclonales que, cuando se utilizan conjuntamente, se unen a la proteína de la espiga del SARS-CoV-2, neutralizando la capacidad del virus para infectar las células.
Se trata del primer tratamiento recomendado por la OMS en casos no graves de COVID-19 y se basa en las nuevas pruebas de tres ensayos que aún no han sido revisados por pares, pero que parecen prometedoras.
Hasta hora, la OMS solo tenía dos fármacos en su lista, y únicamente para pacientes en estado grave: la dexametasona (de bajo precio y disponibles en todo el mundo) y antagonistas de interleucina-6, mucho más caros.