Transformación digital: ¿Qué necesitamos para impulsarla en el sector salud?

En los últimos tres años la digitalización ha impulsado y potenciado los procesos y la competitividad en diversos sectores. En el caso de los sistemas de salud, de acuerdo con el Banco Mundial, la transformación digital trae consigo la promesa de agilizar los procesos, reducir los trámites administrativos en la atención y mejorar el tiempo de espera de los usuarios. Incluso, según el Banco Interamericano de Desarrollo, el mejorar la eficiencia podría prolongar la esperanza de vida hasta en cuatro años. 

Si bien este panorama es alentador, la pregunta es ¿la transformación digital está avanzando a buen ritmo en este sector? El Movimiento Salud, una organización internacional sin fines de lucro conformado por entidades públicas y privadas vinculadas a la tecnología, laboratorios farmacéuticos y especialistas, detectó que Latinoamérica tiene tres importantes retos que superar en este campo para poder avanzar:

1. Ausencia de interoperabilidad. Representa una gran dificultad para mejorar el tiempo y el acceso a la atención, porque los sistemas de información de los establecimientos médicos no están vinculados entre sí. En el país, mayormente, el acceso a la información del paciente está condicionado al traslado de la historia médica en forma física, un proceso que se da de forma muy lenta y dentro de un mismo subsistema de salud –entre los que están Essalud, SIS, EPS y los seguros privados -. 

“Es importante desarrollar soluciones interoperables, con las condiciones de seguridad garantizadas, para que la información del usuario esté disponible en el lugar y momento oportuno”, explica Walter Curioso, investigador y especialista en informática biomédica. De esta manera, el acceso a las historias clínicas electrónicas estaría abierta y disponible para todos los doctores que atiendan a un mismo paciente, sin importar que pertenezcan a distintos establecimientos médicos o subsistemas de salud. 

Además, al ser interoperable se evitaría la duplicidad de estudios. Un gran beneficio que se sumaría a los que ya ofrecen las historias clínicas electrónicas son:

• Brindar un mejor soporte en la toma de decisiones.
• Mayor seguridad de la información.
• Simplificación de procesos.
• Disponibilidad de información del paciente en tiempo real.
• Ahorro de espacio físico.
• Al no ser escrita a mano, cuenta con perfecta legibilidad de la información del paciente y minimiza el error humano.

2. Mejorar competencias digitales. Impulsar la alfabetización digital del equipo y los profesionales médicos es un requisito clave para avanzar hacia la transformación, y que requiere de una inversión por parte del Estado. Curioso hace hincapié en que “no sirve de mucho contar con la mejor tecnología e Inteligencia Artificial si no van a fortalecer las capacidades digitales del personal”. 

3. Carencia de marco legal para manejo de datos. Contar con una política de datos permite proporcionar una atención de calidad y llegar a más personas, e incluso emplearlos en investigaciones que potencien al sector. Al respecto, el Movimiento Salud señala que solo 14 de 26 países de Latinoamérica tienen una estrategia de salud digital.

¿Cuánto hemos avanzado? Si bien dar el paso a la transformación digital no es un proceso corto, el Perú ya cuenta con una la “Agenda digital del sector salud 2020-2025” del Minsa, que contempla la implementación de una política de datos abiertos para el sector, el fortalecimiento de la seguridad digital en los sistemas del Registro Nacional de Historias Clínicas Electrónicas y la capacitación de las competencias digitales para los trabajadores de salud. 

De acuerdo a las autoridades dichas medidas fueron aprobadas y se dispuso trabajar en fases para su implementación. Pero como sabemos los cambios toman tiempo, por lo que será clave permanecer atentos a los cambios que se vienen en el sector.