¿Qué está pasando con la atención en los establecimientos de salud del primer nivel?

Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), durante el periodo 2013 – 2023, el presupuesto institucional modificado (PIM) para proyectos de inversión en salud pública pasó de S/2,194 millones a S/6,154 millones. Esto se traduce en un crecimiento promedio anual del 12.1%. Asimismo, de acuerdo con el Reporte Eficacia del Gasto Público, elaborado por ComexPerú, al cierre del 2022, la inversión en dicho sector fue de S/4,070 millones, un 50% más que el 2021.

Estos indicadores deberían reflejarse en una serie de mejoras en cuanto a la accesibilidad, infraestructura y capacitación de los profesionales médicos a cargo de la salud pública. Sin embargo, la realidad es otra. Rafael Cortez, profesor asociado del Departamento Académico de Economía e investigador del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, anota que “tener más dinero, como en el caso peruano, no lleva a resolver muchos temas, entre ellos los de calidad de servicio y cobertura”.

El problema de fondo

Actualmente son más de 8 mil establecimientos los que conforman esta categoría, entre los que se encuentran las postas y los centros materno-infantiles, por ejemplo. Allí se debería garantizar la cobertura de problemas de baja complejidad. No obstante, esto seguiría siendo un enorme desafío, sobre todo cuando, según informa la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud), el 57.3% de estas instituciones funciona menos de 12 horas al día.

De igual manera, agrega Alfredo Allagual, director académico del Externado Médico de la Universidad Científica del Sur, “si bien estos establecimientos tienen una distribución geográfica, la asignación poblacional que se les da es muchas veces mayor que la que en realidad deberían tener”.

Medidas necesarias

En palabras de Allagual, hoy en día el mejoramiento de la atención primaria ya es parte de una política pública del MINSA sobre la cual se esperan ver cambios tangibles. Pero, además, subraya, existe otro reto igual de importante.

“El primer nivel de atención debería ser netamente preventivo y promocional”, sostiene el especialista. Eso significa que tendría que dirigirse a que las personas no enfermen y esto se logra mediante intervenciones tempranas. “Por ejemplo, de crecimiento y desarrollo en los pacientes pediátricos; de prevención en la mujer gestante, de prevención de la violencia familiar y de los trastornos emocionales, intervenciones en aquellas enfermedades que son prevalentes como la hipertensión, diabetes y obesidad. En esto debería ir encaminado el primer nivel de atención en la salud pública”, enfatiza Allagual.

Por lo tanto, con pocos centros de salud atendiendo una alta demanda, ocurre que el personal médico no se da abasto para todas estas funciones. “Lo que termina sucediendo es que la población solo acude a un centro de salud como un punto reparativo, cuando ya están enfermos”, explica el director académico. Así, lo que urge es que se desarrolle una política de educación pública sobre salud preventiva desde la etapa escolar.

Por otro lado, Allagual reflexiona sobre la importancia de revalorizar la atención primaria y formar más especialistas en este campo. “Todo el mundo piensa que es mucho mejor estar en un hospital y ser especialista, pero, ¿es pertinente formar a un estudiante de medicina en neurocirugía o es más valioso formarlos dentro de las patologías que son más predominantes en el primer nivel de atención? Estas son medidas que ya se vienen trabajando no solo en el MINSA, sino también dentro de la Asociación Peruana de Facultades de Medicina (ASPEFAM)”, comparte.

De esta manera, lo que se busca es que el perfil del egresado sea el de un médico general con una amplia visión de la atención primaria, que permita seguir mejorando este servicio en beneficio de la sociedad.

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